Las arrugas es la muestra más clara del envejecimiento facial. Con el paso de los años la piel tiende a hacerse más fina, seca y con menor elasticidad. Esto junto con otros factores como la pérdida de grasa, músculo y tejido conectivo, provoca esos indeseados pliegues en la cara y cuello y las temidas arrugas.
Tipos de arrugas
Seguramente hayas tenido la duda alguna vez de cómo se forman las arrugas de la cara. No todas son signos de la edad ni se tratan del mismo modo. El proceso de envejecimiento facial se debe a un conjunto de factores intrínsecos como pueden ser la atrofia de tejidos, y factores extrínsecos como pueden ser el efecto de la gravedad, el tabaco o la exposición solar prolongada.
Por esto, hay que entender la causa de su aparición y qué cambios producen en el rostro. Así podremos ofrecerle a cada persona el tratamiento que más se ajuste a su caso.
Según su origen, se pueden diferenciar tres tipos de arrugas:
Arrugas dinámicas
También conocidas como arrugas de expresión. Aparecen por la acción reiterada de uno o varios músculos de la cara al realizar gestos como sonreír, fruncir el ceño o entreabrir los ojos. Las líneas localizadas en la frente, el entrecejo o alrededor de los ojos (o patas de gallo) son ejemplos claros de este tipo de arrugas.
La relajación de determinados músculos en el tercio superior de la cara mediante la aplicación de bótox permite disimularlas. También, de manera preventiva, el bótox hace que las primeras no se vuelvan más profundas.
Arrugas gravitacionales
Son las que se producen como consecuencia del efecto de la gravedad en el envejecimiento. Se forman lentamente con el paso de los años. Estas se asocian a una pérdida progresiva de grasa y tejido óseo. Se localizan en párpados, línea mandibular, cuello y mejillas.
Los tratamientos de resurfacing facial con láser o los peelings químicos permiten suavizar de forma significativa las arrugas de la región perioral, incluyendo el denominado «código de barras» y de las mejillas.
Arrugas mixtas
Surgen por la acción combinada de varios factores: gravedad, acción muscular y cambios cutáneos. Mediante la infiltración de rellenos como el ácido hialurónico, es posible mejorar la apariencia de este tipo de pliegues como los del surco nasogeniano y la comisura bucal.
Hay que recordar que lo rellenos dérmicos no tienen la capacidad de elevar los tejidos que han ido descendiendo como consecuencia del tiempo y gravedad. Su uso no debe considerarse sustituto de la cirugía, ya que es un complemento o extra de ésta.
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